sábado, 29 de octubre de 2011

Terapia 1

Están deprimidos.
Fue lo que nos dijo el terapeuta.
Leonardo se quedo mirándolo y le dijo que le diga algo que no supiera. Yo no hice ningún gesto, no dije nada, solo los escuchaba, sabia que Leonardo iba a pelear con ese pobre hombre, que se iba a enojar con él por que nos ha hecho gastar dinero y tiempo en ir a su consulta para que nos recuerde que estamos deprimidos.

- ¿Que tipo de medicamentos toma Leonardo?

Yo los escuchaba y decía, ahora Leonardo le sacará todas sus recetas médicas,  le buscara discusión, llegaremos a la casa y llorara hasta la media noche y cuando piense que se ha dormido se despertará con una crisis paranoica diciendo que alguien lo matara o se va a morir si duerme.

- Acá traje unas recetas

Solo se las entrego, le explico detalladamente sobre que son por que son y para que son, pero no le busco discusión, eso me sorprendio un poco, pero pensé que quizas estaba buscando el momento preciso para armar alguno de sus escandalos. El terapeuta lo escucho en silencio, leyo todas las recetas que tenia (eran bastantes, las colecciona) y me miró a mi.

- ¿Dime Penny, que te parece que Leonardo tome tantos medicamentos?
- No sé, tiene que tomarlos supongo, aunque a veces no los toma
- Si los tomo - se metió él y no me sorprendio, ahora venia lo bueno, el no puede vivir sin discutir
- No siempre, a veces no tienes fuerzas, ni ganas o te olvidas y te pones mal - dije con mi cara de niña buena
- Eso es una vez al año - dijo Leonardo
- Una vez al año son las veces que nos vemos - le digo
- ¿Ustedes son esposos, novios, enamorados? si lo pregunto es por que no me lo definieron, solo dijeron que eran pareja
- Nos vamos a casar - dijo Leonardo sonriendo- estamos comprometidos
- No, no lo estamos - dije yo
- ¿Están o no comprometidos? - pregunto el psicólogo
- Lo estábamos pero eso se terminó, ahora no hay ningún compromiso de por medio

Leonardo me miró con los ojos muy abiertos, pensé que me gritaría por que esa cara tenia, pero no me dijo nada, solo se quedo mirándome feo como si quisiera matarme con la mirada. A mi no me importo, la verdad es que estaba disfrutando este momento, total fue el quien propuso venir ha terapia, exactamente me obligo a venir por que decía que no entendía por que estábamos así de sosos. Yo en ese momento le pude contar algunas cosas que me pasaban y nos ahorrábamos el viaje a la terapia, pero preferí callarme por que odio hablar sola y quizás la terapia pueda ayudarnos, aunque dudaba de eso... El ya no es el Leonardo que conocí hace años en un bar de barranco, era otro, las pastillas, los doctores, la policía, los gritos, la sangre, todo lo mato, lo convirtió en un fantasma del hombre del que me enamoré esa noche.

- ¿Conviven?
- Bueno, no vivimos juntos casi todo el año, el vive en Italia la mayor parte - dije
- ¿Por que?
- Por trabajo y por que ella no me soporta
- La palabra era no nos soportamos, pasaron unas cosas hace años y por eso nos separamos, ambos nos queríamos pero yo no podía verlo mas y supongo que el también aunque nunca me dijo eso, luego intentamos arreglarlo, pero el había comenzado a ir al psiquiatra y tomaba pastillas, cuando el medico le corto la medicación el no la dejo, y busco otro medico y otro y otro y ahora es adicto a los antidepresivos, ansioliticos y todo eso...

Yo hablaba y Leonardo no me interrumpía como era su costumbre, seguía sentado casi echado en la silla mirando el vacio, parecía no escuchar nada de lo que yo decía cosa que no me sorprendía, así que aproveche y segui contándole al terapeuta todo lo que tenia ahí dentro escondido, quizás podia... ayudarnos, quizás no todo estaba perdido.

- Yo quería ayudarlo, por que a veces tengo complejo de madre o de heroína o algo así, claro también por que lo amaba y no quería verlo mal
- ¿lo amabas?
- todo por partes, déjeme terminar - dije y Leonardo seguía sin inmutarse - el había dejado de escucharme, ya no eramos lo de antes, entonces discutíamos mucho y preferí que el trabaje allá a tiempo completo y seguimos con nuestras vidas o al menos lo intentamos
- Leonardo ¿tienes algo que decir sobre lo que acaba de decir Penny?

Levantó el rostro después de un buen rato, ahí me di cuenta de que si había estado escuchando todo lo que había dicho y me asuste un poco por su reacción, temí que saque un cuchillo y comience a cortarse el brazo ahí mismo o peor aun comience a apuñalar al terapeuta antes de que se suicide dejandome a mí como la loca asesina.

- ¿Ya no me amas, verdad? - me preguntó
- Vamos Leo, no empieces
- No me amas, estas conmigo por pena
- No, estoy contigo por que pensé que podríamos superarlo y seguir adelante y ser los de antes o mejor, pero... ya vez como están las cosas
- Dilo, que no te de pena, no me amas
- Leonardo no haces el mínimo esfuerzo para actuar como una persona normal, eres un saco de huesos que no deja de llorar, no eres capaz de enfrentar las cosas, no puedes superar nada de lo que ha pasado
- Tu frase de Stephen King, en fin se que es mi culpa, lo arruiné todo
-  No es toda tu culpa, supongo que yo aún traía heridas sin cicatrizar, y quizás aun queden algunas, pero al menos... - ahí me interrumpió
- Descuida Penny, yo tampoco te amo como antes - dijo

En ese momento pensé que si habia un cuchillo en la sala, lo usaría yo contra él ¿Tenia que traerme a un maldito terapeuta para decirmelo? ¿Acaso cree que no tengo nada que hacer? Maldita sea, tengo un monton de trabajo que hacer y estoy perdiendo el tiempo con un terapeuta. Lo mire con todo el odio que me permiti en ese momento, con unas enormes ganas de golpearlo y preguntarle a donde mierda quería llegar trayéndome aquí.

- ¿Eso es cierto Leonardo? - le pregunto el terapeuta
- Yo... - las lagrimas no lo dejaban hablar, entonces el terapeuta se dirigió a mi
- ¿Penny, cuanto tiempo llevan juntos?
- No lo sé
- ¡5 años y medio! - gritó Leonardo
- ¿Crees que podrían hacer un esfuerzo por recuperar la relación que tenían antes? - me pregunto el terapeuta alcanzandole papel tissue a Leonardo
- Estando como están las cosas, no lo creo - dije
- Yo tampoco - se metió Leonardo - yo no puedo arreglar mi relación por que yo soy un desastre y no estoy bien conmigo mismo
- Mire, yo no soy su madre, estoy cansada de ser su madre, joder todas las noches es lo mismo, llora y le dan ataques paranoicos terribles, ¿ve mis ojeras? no duermo bien desde que el volvió de Italia
- Lo siento, pero tampoco es fácil dormir con alguien que se la pasa pensando en alguien mas siempre
- ¿De que demonios hablas?
- Mejor olvídalo
- ¿Quieres hablar de eso Leonardo?
- Después, ahora estoy muy lloroso
- Leonardo con quien vives en Italia
- Al comienzo viví solo, pero intenté suicidarme, entonces mis padres me internaron en un sanatorio y luego cuando me dieron de alta, volví a vivir con ellos
- ¿Los medicamentos los tomas desde que te internaron?
- Si
- ¿Hace cuanto fue eso?
- No sé 4 años quizás
- ¿Por que quisiste matarte?
- Por que mi hijo había muerto y yo era el culpable
- ¿Quieren hablar de eso?
- No, joder Leonardo te odio, te juro que te odio, ¿sabes que? mejor quédate tu solo, acá el que necesita terapia eres tu, a mi se me quita la depresión comiendo chocolates

Me paré de la silla y el se lanzo encima mío. No fue amable al jalar mi brazo, me lastimó. Levante la mano para golpearlo y el la contuvo y me miro.

- Tenemos que hablar de esto Penny
- No, vete a la mierda
- Quizás te venga bien hablar de ello, parece que aun estas enojada con Leonardo
- ¿Enojada? acabo de decirle que lo odio, creo que son palabras mayores
- ¿No haz perdonado aun a Leonardo?
- No
- ¿Quieres hablar de lo que paso?

Las lagrimas se escaparon de mis ojos. Toque mi vientre vacío, inerte, sin vida. Habían pasado 4 años, pero no podía olvidarle, no podía. Luke ya no estaba aquí y yo me había ido con él, Leonardo no era el único saco de huesos, también lo era yo.

viernes, 7 de octubre de 2011

La sonrisa que nunca fue para mí

Conozco a Lucia desde hace 5 años , hemos sido buenas amigas, buenas desconocidas, buenas compañeras y siempre hemos sonreído juntas aun cuando yo no tenia ganas y lo hacia para que ella este feliz.
Cuando la conocí estaba con un tipo de medio pelo, de acuerdo tiene trabajo una carrera profesional exitosa, pero cuando digo medio pelo me refiero a que es el enamorado menos indicado para alguien como Lucia. Es un chico mimado que siempre cree tener la razón, mandonea a quien quiere, y sobre todo a Lucia. Si el se quedaba a dormir a su casa, ella debia de despertarlo, tener listo su cepillo con pasta dental, toallas limpias y navaja de afeitar nueva. Para el desayuno era lo mismo, sus huevos revueltos, sus tostadas francesas, jugo de naranja echo a mano (nada de cajitas de frugos ni esas cosas) y claro una buena disponibilidad de estar con las piernas abiertas por si a el le provocaba echar un polvo. Pero eso puede sonar no tan malo a todo lo demas, no solo pensaba que Lucia era su madre, si no tambien su empleada, la mandoneaba cada vez que podia, le habla en mal tono y cuando peleaban ella siempre terminaba pidiendo perdón. El maltrato psicológico dió pie al físico. Yo pocas veces escuchaba esto salir de su boca, todo lo sé gracias a mi buen oido y a que presto atencion a cada detalle, a cada palabra que salia de su boca. Yo queria ayudarla, que lo deje, que sea feliz, feliz conmigo. Pero tambien sabia que eso... estaba fuera de mi alcance, pero ¿por que no intentarlo? Quede con ella una noche decidida a decirle que moria por ella, pero esa noche se convirtio en noche de lamentos y solo hablo ella, hablo de todo lo que le pasaba, lo mal que se sentia, lo perro que era su enamorado. Yo la escuchaba y queria decirle, dejalo cariño, dejalo y quedate conmigo, pero no me atreví. El le envio un mensaje esa misma noche y ella empezó a olvidar todo lo que me habia dicho instantes antes. Iban a volver, lo sabia, y no hice nada, no dije nada. Volvieron y en la reconciliación ella quedo embarazada. Cuando me lo dijo, cosa que no fue necesaria por que yo ya lo sabia desde antes y no por que lo halla escuchado, si no por que lo sentía, lloré, lloré delante de ella, llore por ella, llore por mi. Ella estaba feliz y me decia eres muy sensible, yo le decia que lo era, que la felicitaba que esperaba todo cambiara en su vida y ella me sonreia mas y me contaba sus planes que ahora si se quiere casar con el, que lo estan planeando que se han ido a vivir juntos, que el a alquilado un departamento grande y precioso, yo me secaba las lagrimas y ella me sonreia mas, será una niña le dije, ella toco su vientre de un mes y sonrio mas, eres una bruja me dijo.
Luego de haberme dado casi una fecha de boda, me dijo que ya no lo haria. Tuvo complicaciones con el bebé y no la veria por un buen tiempo, me despedi y la abrase fuerte, ella se extraño y dijo vamos a seguir viendonos, sabia que eso no iba a pasar y me fuí. Cuando volví a verla, ya era mamá, habia sido una niña y el padre estaba ausente. Tuvo una oferta de trabajo fuera del pais me dijo ella, yo le dije que suerte y no toque mas el tema. Pasaron los meses y viajo con su bebé y su suegra a verlo, le dije por que iba la suegra y me dijo por que quiere ver a su mamá, por que no viene el, por que no puede dijo cavizbaja, no le creí. Tiempo después me dijo que ya no queria seguir esperandolo, que queria salir, le dije podemos salir a tomar algo si quieres, me cambio el tema y tiempo despues me contaba que habia salido con otros amigos, otras amigas, que la habia pasado muy bien. Yo la felicite y me hice la loca, realmente queria decirle ¿y por que no sales conmigo? pero no me atrevia, sabia que ella no queria. Entonces decidí arrancarla de mi, cada vez la veia menos en la oficina, le decia lo necesario, y ella hacia lo mismo, ahora que lo pienso ella siempre me decia lo necesario a no ser que yo me plantara en su cubiculo y empezara a molestarla con mis preguntas, intentando saber un poco mas de ella, a lo poco que mostraba su facebook.
Un día me preguntó, si salia con alguien, le dije que si por que era lo que pasaba en ese momento, claro ella no sabia que salia con una chica, le dije que era un tipo con las mismas características que tenia mi enamorada de turno. Lucia sonrió y me dijo que bueno que ya era hora por que siempre yo estaba sola. No le dije que eso no era cierto por que siempre ella habia estado ahí. Supongo que también pude decirle, deja de preguntarme por hombres que a mi no me gustan, a mi me gustan las chicas, y sobre todo si son como tu, si eres tú. Lucia me dijo que estaba saliendo con un chico que era lindo, pero no le convencía por que era chato, pero bueno... era moreno y a ella le encantaban asi, ademas tenia buen cuerpo. Intente no tomarle importancia y le cambie el tema, me empezo a contar sobre sus diarios, los colecciona desde que tenia 13 años y tiene escrita casi toda su vida, el tema nos hizo hablar como antes y le dije quizas podríamos quedar un dia y me cuentes que tienes en mente escribir. Me dijo que era buena ida, pero este fin de semana no podia por que saldria con ese chico.
Una semana despues le pregunto ¿como estas? ¿sigues escribiendo? me dice que no le provoca escribir por que esta feliz, que la esta pasando super bien con el chico nuevo, sonrie otra vez y yo le doy mi mejor sonrisa fingida. Dejo de ir a su cubiculo e intento hablar lo menos con ella. Me ascienden y paso a trabajar a otro piso del edificio, y dejo de verla por otro buen tiempo. Un día salgo tarde de la oficina y escucho bullicio en la planta baja, hay musica y trago, veo a alguno de mis antiguos compañeros y me invitan a entrar. Lucia esta ahí, sonriente, con un anillo en el dedo y empieza a mostrarlo a todos un hombre de su talla a su lado la abraza, las botellas de champagne se destapan, todos sonríen, ella sonríe, yo me acerco y la felicito y ella me presenta a su prometido y me pregunta ¿y tu? ¿cuando? La quedo mirando y me entran ganas de gritarle que nunca, pero solo me callo y le cambio el tema, me alejo de ella, de su prometido, de su anillo, de mi amor propio y bailo, bailo sola en una esquina hasta que las luces se apagaron.
 

Blog Template by BloggerCandy.com